Sara Joffré

Sara Joffré. Perú

Mujer que destaca por su nivel alto intelectual y conocimiento sobre teatro. El teatro en Perú vive una efervescencia en dramaturgia y Sara Joffré es invitada como jurado en el área de teatro para el Premio Casa de las Américas 2010.

Su ultimo texto presentado y galardonado sobre el teatro de titeres es ” El Titiritero“:

“PRIMERA ACOTACIÓN GENERAL

EL TITIRITERO COLOCA UN CARTEL: “Romance de Lou, Paul y Friedrich Nietzsche”.

Y ENSEGUIDA…

TITIRITERO:

Arregla sus  implementos.

Saca tres lindos títeres: un poeta, un filósofo, una mujercita, vestidos usanza siglo XIX.

Los hace jugar. Muy felices. Enamorados. Alegres. Luego va dándoles otros movimientos para indicar que se inicia el juego de los celos y el engreimiento.

Ellos celosos. Ella engreída

La mujercita con aires pretenciosos, altaneros. La hace despreciar las atenciones de los dos muñequitos a quienes mueve señalando la aman.

Deja a un lado a la muñequita bastante acaramelada con el poeta.

Lleva al otro muñeco aparte y lo hace tener una pataleta de furia, conociendo el temperamento de Nietzsche entendemos que se trata de él.

La muñequita y el poeta coquetean.

El titiritero hace notar la rabia y la desesperación del filósofo, moviéndolo de acuerdo con los detalles necesarios para que se entienda perfectamente la situación.

El titiritero, después de mostrar enojo con el muñeco, como si el muñeco se moviera por su cuenta, lo amenaza, lo amonesta con el gesto y por último lo mete atrás del retablillo, muy enojado.

Al hacer desaparecer al filósofo, va a mover a los otros dos, haciendo ver a la muñequita como caprichosa, incómoda y el titiritero hace todo para que veamos que la molesta tener el cortejo de un solo amante. Coloca a Lou y a Paul en trance de una búsqueda afanosa del muñeco que falta. La muñequita se molesta al no encontrar al filósofo y el titiritero se la lleva y la hace ver muy enojada.

El titiritero mueve a Paul para que se vea muy claramente su gran desolación.

Le pone una pistolita en la mano, y luego de una gran escena de desolación hace reventar un cohete y Paul vuela por los aires hasta caer al fondo del retablillo.

El titiritero no está apenado ni confundido ríe siniestramente.

Hace aparecer a Nietzsche.

Lo hace ejecutar una especie de danza de la ira en el espacio vacío.

Luego que efectúe la búsqueda de los compañeros idos, sin suerte.

El muñeco alcanza, gracias al titiritero, un accionar de locura.

Entonces el titiritero lo toma por el cuello y acaba la función”.

Sara Joffré

Esta entrada fue publicada el Martes, 17 de julio de 2012 a las 12:58 pm y está archivada en la categoría titiriteras. Puedes seguir los comentarios de esta entrada a través de la sindicación RSS 2.0 . Puedes dejar un comentario, o un enlace desde tu propio sitio.

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